La FIL de Guadalajara es un evento sin precedentes que ha albergado a grandes de la literatura clásica y contemporánea a través de los años. Edición tras edición se renueva y sorprende con propuestas y personajes que la convierten en la feria más importante de habla hispana y en uno de los eventos más esperados por lectores y también melómanos. Nuestra colaboradora Lizzy Zubieta estuvo allí y destaca ocho momentos para el recuerdo.
MIL JÓVENES CON ELENA PONIATOWSKA
Aunque nació en París en 1932, la periodista y escritora se describe a sí misma «Más mexicana que el mole», luego de pasar toda una vida en el país azteca. Elenita ha sorprendido con grandes piezas literarias que nacen de su apasionante amor por el periodismo, una conjunción que ha dado increíbles resultados como Hasta no verte Jesús mío y La noche de Tlatelolco. En esta ocasión, la favorita de FIL ofreció una charla muy simpática (como ella misma), en la que abordó temas como el papel de la juventud ante la violencia contra las mujeres, además de varias anécdotas sobre su vida, sus acercamientos con personajes ilustres como el pintor José Clemente Orozco y algunos consejos para todos los aspirantes a periodistas. Una reunión ligera y breve pero cargada de valiosa información y vitalidad sorprendente.
FOROS Y ENCUENTROS
Con temáticas que abordaban la antropología, la novela gráfica, la historia de México y los diversos quehaceres del periodismo, entre cientos de tópicos más, este tipo de eventos son los más concurridos dentro de la Feria gracias al docto de sus ponentes y a la calidad en la información que se brinda. Los mejores: El libro como objeto ¿Qué es y cómo hacerlo?, La historia hecha noticia, Inmediatez ¿villana o heroína?, entre muchísimos más.
NATALIA LAFOURCADE Y LEIVA
Si hay algo que atrae sobremanera, son los shows musicales que se montan año con año. En esta ocasión, Madrid fue el invitado de honor por lo que varios artistas que residen en la capital española se dieron cita para hacer mancuerna con lo mejor del talento mexicano. Vetusta Morla y Porter, Xoél López y Siddhartha y Lafourcade y Leiva, una de las duplas favoritas del cartel. La vitalidad del español y la mexicana en solitario, fueron sobrecogedoras, pero una vez que se unieron para hacer un dueto, las emociones se dispararon y lograron ofrecer una de las noches más emotivas de la Feria.
LOS PREMIOS
Son muchos los premios que se entregan a personalidades excepcionales por su quehacer literario o periodístico. Uno de nuestros favoritos fue el escritor Alberto Ruy Sánchez, quien fue galardonado por tener la mayor colección de libros en México, sumando un total aproximado de veinte mil ejemplares.
ÁREA DE COMICS Y NOVELA GRÁFICA
Es la primera ocasión en que la Feria abre este espacio dedicado a una importante ramificación de la literatura. Comics, disfraces y encuentros entre los especialistas de dicho quehacer, se congregaron en este gran espacio que representó un éxito rotundo dentro de la FIL.
PABELLÓN MADRID
El pabellón principal representó a la perfección el eslogan de la feria: Ganarás la luz. Un espacio minimalista que jugaba armónicamente con la dualidad del blanco y negro. En su interior, se abría paso, rodeado de cientos de libros, un luminoso espacio en el que se llevaron a cabo lecturas y algunos eventos de pequeño formato.
ESTAND TERRITORIO
Territorio es una revista digital independiente de origen tapatío que montó un pequeño estand en el que ofreció curiosos souvenirs, además de llevar a cabo pequeños shows acústicos con nombres destacados de la escena musical, en los que se presentaron Ana Verá y Leiden, entre otros. También se ofrecieron charlas de temáticas socioculturales que resultaron atractivas para los asistentes.
LA FERIA EN GENERAL
Compartir tu bibliofilia con otros es la mejor parte de este encuentro cultural. El intercambio de ideas, textos, palabras, letras, escritores, pensamientos y conocimientos, generan un ambiente cálido, emocionante y vivaz. El aroma a viajes, fantasías, realidades, sabiduría o simplemente hojas de libros, inunda el lugar y por un momento la Feria parece el centro del universo.
Rodearse de personas con las que se comparte el amor por la lectura y la escritura, hace que las estadísticas parezcan inciertas, aquellas que dicen que el número de lectores en México no es alentador. Caminar por los pasillos atestados de amantes de las letras, es un efecto vigorizante que resulta aún más emocionante al saber que esa pasión literaria, puede combinarse con la magia de la melomanía y entonces, las artes convergen para ofrecer uno de los eventos más esperados y mejor retribuidos del año a nivel internacional.