El cuarto disco publicado por la hermana más lisérgica de la escena montevideana encuentra a la banda liderada por Tüssi en su mejor momento. Cada vez se acercan más al pop y paradójicamente se vuelven más disidentes.
Qué: Disco (edita Bizarro)
Cuando todos pensaban que se venía el naufragio definitivo, el sello Bizarro publicó Ex (2003), un catálogo de canciones casi perdidas del noise, de una banda llamada La Hermana Menor que llevaba quince años de obstinado underground. Hay un videoclip emblemático, de la canción Panamericano, dirigido por Pablo Stoll (25 watts, Whisky), en el que se ve el plano fijo de una planta. El único sobreviviente de esos tiempos de ruidismo y free jazz, por donde pasaron músicos como Nacho Duran, Fede Deutsch y Riki Musso, viene a ser Tüssi Dematteis, un poeta melómano, aficionado a Yo La Tengo y Lou Reed, que mostró su capacidad como letrista a los dieciséis años, al frente del grupo punk Guerrilla Urbana, allá por 1987. La Hermana Menor, sin que nadie lo esperara, se consolidó como banda en la grabación de Todos estos cables rojos (2007). El disco fue un puñetazo, un sube y baja explosivo que se ganó el premio a disco del año en los Premios Graffiti a la música uruguaya. Luego vendría Canarios (2010), más experimental y menos rockero. Sacco y Alfaro en guitarras, Krisman en bajo, Nozar en batería y Rivero en teclados se empezaron a conocer de memoria. Son el núcleo duro de LHM. En palabras, de Tüssi, «un equipo de egomaníacos», un colectivo musical del que él emerge como primer espectador y excéntrico líder. Suele permanecer estático, en el escenario, divirtiéndose con los viajes sónicos de sus amigos. Y le da el tiempo para lanzar sus textos, pequeñas historias de alta calidad poética, murmurados, casi ininteligibles. Para la grabación de Todas las películas son de terror (2013), convocaron como productor artístico a Pau O Bianchi, líder de los desaparecidos 3 Pecados, dado que todos los integrantes de LHM son fanáticos confesos del disco Diciembra. Pau formó equipo con el tecladista Ezequiel Rivero y se mandaron un disco cinco estrellas. La banda se atreve a recorrer nuevos caminos, más pop, más intensos, siempre en ese sube y baja que es marca de fábrica de La Hermana Menor. Y, fiel a la tradición de todos los grupos de Tüssi, manteniendo una saludable bandera disidente, bien lejos de los sonidos de moda.
