El dúo que surgió de las cenizas de Simian presenta su segundo álbum, un disco tan encendido como el primero y con muchos invitados de lujo.
¿Alguien recuerda al viejo y olvidado Simian, aquel grupo un poco tristón pero muy creativo que sorprendió primero con Chemistry Is What We Are (2001) y al año siguiente más aún con We Are Your Friends? En su debut, el grupo inglés retocaba con nuevos colores algunos frescos musicales de los 60; en su sucesor, pateaba el tablero para seguir abonando a la psicodelia, aunque con ritmos más nerviosos. De hecho, de aquel segundo disco surgió el tema que fue su dulce condena: Never Be Alone, que años después mutó en We Are Your Friends para meterse en todas, pero todas, las pistas de baile del mundo. El grupo ya se había convertido en un dúo y pasó a llamarse Simian Mobile Disco, con su antiguo batería a la cabeza, el inquieto James Ford.
La nueva historia comenzó con la edición de un álbum implacable en su fogosidad electrónica, Attack Decay Sustain Release (07). Hoy llega su continuación y todo parece seguir en su lugar: grandes melodías, ritmos asesinos, un cóctel pensado especialmente para una noche de juerga (atención a la portada: un puñado de pastillas en 3D al alcance de la mano) Los invitados son el cambio que confirma que SMB es uno de los dúos favoritos de la escena electro; algunos de los que dijeron “presente”: Gruff Rhys (Super Furry Animals); el enorme Jamie Lidell, que hace suya Off The Map; y el talentoso Alexis Taylor, más conocido como el mentor de Hot Chip, quien se encarga de Bad Blood.
Un gran ejemplo de cuando más de lo mismo es algo bueno.