Uno de los mayores referentes del rap carioca sigue puliendo la fórmula perfecta de urbanismo importado e identidad local. El inventor del samba-rap lo hizo de nuevo.
Qué: Disco (edita EMI)
La extensa y agitada trayectoria de Marcelo D2 como estandarte del rap carioca se remonta a más de veinte años atrás, cuando junto a su inseparable amigo Skunk lideraban Planet Hemp: sus giras por distintas favelas de la ciudad son antológicas y disparadoras de miles de leyendas. A mediados de los años 90, Skunk dejó la vida terrenal, y su muerte impactó profundamente en D2, quien al tiempo resolvió disolver al grupo para lanzarse como solista. Lo que sigue es su consolidación no sólo como rapero sino como vocero político y social de más de una generación –D2 creció en la favela Andaraí, al norte de Río de Janeiro– y como estrella del samba-rap, género patentado por él mismo y que describe con suficiente precisión eso que mejor le sale: mezclar la pulsión del samba, la música con la que creció, con la ametralladora verbal del rap, disciplina que viene perfeccionando con los años hasta el punto de convertirse en una referencia incluso fuera de Brasil. Su nuevo disco es más que la declaración de principios de su título: es también una gran colección de tracks de frecuencia global, pero con un sentido de pertenencia contundente.
