Con su romanticismo a cuestas, se estrena en Buenos Aires la cinta que reúne cortometrajes porteños de realizadores emergentes.
Qué: Película (estreno en Argentina)
Están aquellos que ven a los cortometrajes como el aperitivo que todo realizador con aspiraciones de pantalla grande debe agenciarse antes de volcar sus visiones y obsesiones en su «verdadera» obra: las películas. Pero también están aquello que consideran que no, que hacer cortos es lo suficientemente estimulante como para convertirlos en un fin en sí mismo, en la «obra» en cuestión, sin la necesidad posterior de ampliar esas búsquedas iniciales en largometrajes. Los tiempos han cambiado, también lo ha hecho el consumo –menos gente en las salas, más gente prendida a Youtube y Vimeo–, una realidad que confirma que filmar cortos es un hecho artístico de consideración. Historias breves comenzó su derrotero a mediados de los años 90, cuando ir al cine todavía era una opción masiva: se propuso reunir, en una única cinta, cortometrajes de directores noveles, algunos de los cuales terminaron siendo referentes como Lucrecia Martel, Adrián Caetano, Bruno Stagnaro, Sandra Gugliotta, Daniel Burman y Ulises Rosell. Hoy llega a su octava versión, un poco con el objeto de dar a conocer las obras en frasco pequeño de realizadores emergentes como Fermín Rivera, Matías Rubio, Lucas Santa Ana, Mena Duarte, Andrés Ernesto Arduin, Martín Aliaga, Sebastián y Federico Rotstein, Maximiliano Torres y María Monserrat Echevarría. Y otro poco para mantener viva la sana costumbre de ver cine en el cine, una ceremonia que merece la pena conservar.
