En la década de los setenta, Son Palenque empezó a combinar los ritmos africanos que inundaban el Caribe colombiano y las tradiciones propias de esa tierra. El resultado lo compila ahora Vampisoul.
Qué: Disco (edita Vampisoul)
¿Es usted de los que se disfraza en Nochevieja y recibe el año embutido en un traje que no es precisamente su indumentaria habitual? Disfrácese esta noche de vampiro y clave los colmillos a ritmo de soul con este nuevo lanzamiento del sello más zahorí del planeta: Vampisoul continúa su incansable labor de rescate con esta compilación (la primera que se hace) de las grabaciones de Son Palenque, quizá la expresión más delicada y certera de la unión musical entre África y Colombia, un maridaje que eclosionó de manera especial en el Caribe colombiano durante la década de los setenta y buena parte de los ochoenta. Son Palenque se dedicó a investigar los ritmos africanos que se interpretaban a nivel popular y los mezcló con la tradición de la zona, dando forma a canciones hechiceras con voces espectaculares. La compilación tiene dieciocho temas, a cada cual más hipnótico: Unye unye, Azuca y limón, Adiós batata, El Tilitata… una invocación directa a los lares de la casa y sus parientes subsaharianos.
