Mau Boada es el tipo inquietante que descubre su alma sin avisar antes a los espectadores que las siguientes imágenes y ondas sonoras pueden herir sensibilidades. Psicodelia del Montseny, asimilable en todos los rincones del planeta.
Qué: Disco (edita Bankrobber)
Mau Boada, el exclamativo Esperit! en las portadas de sus discos, sacó Endavant continu y lo mostró por doquier en más de un centenar de conciertos, que trascendieron las tierras catalanas y sonaron por medio planeta. Un hombre-orquesta que le pega a todo en directo y ya ha estado en escenarios del calibre de Primavera Sound o Sónar, además de telonear a Tortoise o Daniel Johnston. En su nuevo trabajo, la apuesta por la psicodelia es absoluta, con toques outsider de manual, como el corte Aah!, en el que juega con las progresiones y la expresión extrema. El groove es el santo y seña de un álbum de catorce temas en el que cada propuesta es diferente, como si se tratara de un collage dadaísta. A veces parece literalmente un ejercicio de exorcismo, revestido en un traje folk por un bardo flipado que trata de llegar a la siguiente aldea con nuevas historias para contar. También hay un toque circense en todo el conjunto, heredero de las épocas en las que Mau giraba por Europa con carpa y carromatos. Lo que definitivamente atesora el disco es el alma de su creador, despiezada en catorce trozos para deleite de voyeurs y terror de quienes necesitan clasificarlo todo.
