Desde una pequeña ciudad casi perdida en la inmensidad de la Provincia de Buenos Aires, un cuarteto adicto al pop electrónico y sentimental pide la palabra y presenta un primer disco repleto de himnos de dormitorio.
Qué: Disco (edita Fuego Amigo)
Punta Alta es una ciudad «estanque», casi perdida al sur de la enorme Provincia de Buenos Aires, que es mucho más que la capital de Argentina: incluso sin contar la Ciudad de Buenos Aires, sólo la provincia es más grande que España. Allí, entre bosques de eucalipto y tamariscos, playas, habitaciones y casas de abuelas, Facundo Quiroga, Pablo Rodríguez y Emiliano Marconetto, los primeros tres integrantes de Mariscal de Campo comienzan a delinear sus primeras canciones, que terminan de cobrar formar con el arribo de un cuarto miembro, el ex Valiente Muchachada Francisco Fernández. Esa es la génesis de Recordatorio, una colección de canciones típicamente pop, con sus correspondientes dosis de melancolía prematura, intención bailable, melodías inspiradas, guitarras limpias y voces cristalinas. Como si la banda donostiarra Family se hubiese mudado a Argentina, absorbiendo inevitablemente cierta tendencia a la nostalgia criolla. Como bien dicen desde su sello, Fuego Amigo, «un disco para enamorarse en cada instante». Y que una vez que caímos en su trampa logra, como el amor, que no podamos dejarlo.
