De regreso tras una exitosa y extensa gira por México –donde cosechó legiones de nuevos fans– el grupo argentino que desempolva la furia del punk rock primitivo para elevarlo a su máxima potencia presenta su nuevo trabajo.
Qué: Disco (independiente)
A la luz de lo mostrado en su corta pero intensa carrera, esta claro que el cuarteto mixto argentino Los Rusos Hijos de Puta sabe hacer dos cosas muy bien. La primera, y definitivamente la más importante, es escribir buenas canciones e interpretarlas con el corazón en la mano. La segunda es llamar la atención. Ya desde el nombre del grupo, parecen tener muy claro que para que te escuchen también es necesario que te recuerden e identifiquen, y para eso nada mejor que un nombre incómodo e inolvidable. El título de su nuevo trabajo también marca territorio incluso desde el punto de vista filosófico: La rabia que sentimos es el amor que nos quitan es una gran frase que sintetiza a la perfección las intenciones de la banda. En su flamante nuevo álbum, el punk aparece más como una mirada ácida del mundo y un llamado a la acción que como estrategia musical: la furia sigue ahí, pero por momentos matizada por pinceladas indie-pop, en la mejor tradición Pixies y Pavement, con guiños al punk español de los años ochenta. «Este disco refleja algo de lo que sentimos sobre las bases sociales de este mundo, regido por el dinero y la injusticia. Es una bestia con un enorme corazón rojo y mandíbula de acero», dicen sus responsables, dos chicas y dos chicos dispuestos a dar batalla desde su música, sin filtros ni imposturas.
