El madrileño Carlos Mayoral publica su segundo libro, Empiezo a creer que es mentira, un ensayo en el que literatura y vida se tocan, mezclan y confunden para ensalzar a los grandes escritores de la historia.
Qué: Libro (edita Círculo de Tiza)
«Hemos destruido a los clásicos», sentencia Carlos Mayoral en el primer párrafo de su libro Empiezo a creer que es mentira. No es una frase elegida al azar, sino que ha sido deliberadamente meditada y madurada desde su juventud, que aún le acompaña, en el que fuera el club de una pandilla de amigos: los no publicados.
Empiezo a creer que es mentira es un ensayo que reconcilia al lector con el largo, tortuoso y tedioso sufrimiento que supusieron los clásicos en su adolescencia. Así, este libro podría ser considerado como una guía de literatura universal más moderna y actualizada, un diario literario de un niño controvertido pero de gran voracidad lectora o un libro protesta en el que se presentan a los clásicos de una manera más humana, repletos de banalidades, miedos, sueños y genialidades. Alfonsina Storni, Ernest Hemingway, Pablo Neruda o Carmen Laforet se pasean por estas páginas junto a antiguos amores y compañeros de lectura y tertulia del escritor.
Carlos Mayoral amalgama en su libro literatura y vida. Ambas se mezclan hasta despertar la duda en el lector de si lo que está leyendo es cierto o mera inventiva. Sin embargo, no sólo los clásicos tienen cabida en estas páginas. El escritor se toma más de un capítulo para hablar de las grandes olvidadas de la literatura como Isabel de Vega, Oliva Sabuco o Josefa Massanés Dalmau, entre otras. Aunque también habla de feminismo y, para ello, vuelve a utilizar un nombre de mujer, Gertrudis de Avellaneda.
Sepa que si se decide a leer un libro como este no sólo abolirá el estigma que hasta ahora ha tenido en torno a los clásicos, sino que, además, se reconciliará y los releerá, porque terminará creyendo que es verdad, que nuestra adolescencia mató a los clásicos.