Los ex Tiki Phantoms aparcan el surf-rock de sus comienzos y en su reinvención como Runa editan Rito estacional, álbum en el que abogan por una colección de ritos flamígeros a mayor gloria de la esencia punk.
Qué: Disco (Bcore)
Hay algo que marca mucho en el nuevo trabajo de Runa: su voluntad por traspasar su ideario power-punk a un escenario épico que bien podría hundir sus melodías en el fango. Pero ni mucho menos. Como bien queda demostrado desde Silencios por tratar, el vértigo de la cuerda de equilibrista ha sido un refrescante chute de vitalidad. O cómo hacer del peligro un bumerán con inspirador viaje de vuelta.
Cabalgar sobre el fragor generado de electricidad desbocada, estribillos a degüello y la obsesión por rebasar los límites melódicos de la emoción podría hacer perder el control de la materia prima. Pero de eso mismo se trataba. En este sentido, no hay ejemplo más representativo que Revoluciones fugaces, en la que queda de manifiesto que quemarte en tus propias llamas es una postura abocada a la resurrección posterior o a captar, y documentar, el proceso en toda su ebullición. Esta segunda opción, la verdaderamente meritoria, ha sido la escogida y registrada por Eric Fuentes desde la mesa de producción.
Canciones de dientes apretados y fuego en las proclamas que, más allá de insulsos panfletos adoctrinadores, ha preferido revolcarse en un poemario inflamado de melodías kamikaze y guitarras dentadas. Un fastuoso tragaluz a través del que poder sentir el calor de un sonido sembrado para perdurar cuando se haga cenizas.