En Ejercicios de visión, el dúo barcelonés Catástrofe Club nos invita a adentrarnos en una vuelta al sonido del futuro inventado hace tres décadas, en el que aflora un acto de intención creativa que sobrepasa posibles intenciones de fondo.
Qué: Disco (Hidden Track)
Lo de Catástrofe Club es de traca: un proyecto barcelonés que recoge el moderneo tan insustancial de la ciudad y le da una vuelta de tuerca genial para dejarlo en cueros. En este acto de pura retranca, aflora un acto de verdadera intención creativa que sobrepasa posibles intenciones de fondo.
Ya sea desde la refinada brisa avant-garde que planea en ¿No te estás dando cuenta de que estás molestando?, el synth-pop de tacto industrial de Rusos o los efluvios acústicos que sobrevuelan Repelente, lo cierto es que Josep Maria Herrera y David Molina se han embarcado en una gran yincana pop alumbrada por un instinto natural hacia la búsqueda de texturas y efectos que marquen un punto de reconocimiento instantáneo de sus hits de subsuelo.
A su cromático despliegue sinte, hay que sumar su particular humor de voz robótica y autocrítica sin miramientos, que le hace sonar como una versión amarga de Hidrogenesse. Sin duda, elementos de sobra para tomarnos (muy) en serio a tan sembrados terroristas de la banalidad. Y más con ejercicios de sentido poso kraftwerkiano como 50 Hz. Pura lisergia posindustrial para nuestras necesitadas neuronas de prestidigitadores pop.