En su flamante disco, el cantautor chileno rescata la obra de una leyenda del folclore de su país a la vez que le da un toque personal y fresco a partir de un cúmulo variopinto de influencias. Gepe presenta Folclor imaginario, inspirado en la gran Margot Loyola Palacios.
Qué: Disco (Quemasucabeza)
Gepe es uno de los artistas más destacados de la escena chilena. Nacido en 1981, oriundo de Santiago, tiene ya siete discos editados, se destaca como multiinstrumentista y como un músico interesado en la experimentación musical permanente. Gepe nunca se detiene: desde sus orígenes, cuando aprendió a tocar la batería a los cinco años, luego en su etapa con el dúo Taller Dejao junto a Javier Cruz y ahora, en 2018, con su nuevo trabajo discográfico, Folclor imaginario, en el que rescata y reivindica la obra de la folclorista chilena Margot Loyola Palacios en el centenario de su nacimiento.
Ya en su disco Audiovisión (2010) dejaba entrever la fusión entre ritmos que remiten a lo andino, pistas electrónicas y tímbricas pop. Ahora, en estas trece canciones, Gepe reinterpreta la canción popular chilena mediante instrumentos típicos (guitarras españolas, contrabajos, vientos, leves percusiones) y una orquestación minimalista.
De este modo hace propias canciones populares que reivindican la obra de Margot Loyola, que no gozó del reconocimiento popular de otras artistas chilenas de su generación como Violeta Parra. De este modo se hacen presentes diversos ritmos como el valsecito (Hasta cuando vida mía), la canción andina (Cacharpaya) o la cueca (Las hojas de los naranjos). En el medio, el tamiz pop inconfundible del artista que transmuta las melodías a lo actual.
Por su parte, cabe destacar la canción Joane, una de las tres que incluye el disco que no son reinterpretaciones del repertorio de la folclorista; con sonidos de pop tradicional y destellos folclóricos, está compuesta en honor a Joane Florvil, la mujer haitiana fallecida en Chile símbolo del abandono al que muchas veces se ven abocados los inmigrantes. También se destacan en el álbum las colaboraciones de la folclorista Claudia Mena y Gianluca, joven exponente del trap, en otra muestra de la predilección de Gepe por mezclar géneros y estilos.
En este trabajo, el músico se luce como intérprete pero, a la vez, como creador. Porque, como expresó en diálogo con la publicación chilena The Clinic: «Mi idea se centra en rescatar el alma de la canción original y darle una personalidad, tu propia personalidad». Sin dudas, lo ha logrado.
