Ha llegado el fin de Las Ruinas. El trío barcelonés más inspirador de la presente década se despide por todo lo alto con Alucinaje, álbum que contiene una colección de canciones que invita a añorarle antes de tiempo.
Qué: Disco (El Genio Equivocado)
Tras ocho álbumes sin pisar el freno, el trío barcelonés más inspirador de esta década ha dicho basta. Si bien es cierto que sus miembros ya avisaron en su momento que a los diez álbumes lo dejarían, pocos podíamos esperar que al noveno abandonarían. Y menos cuando el nivel de sus himnos anti generacionales no ha perdido peso con el transcurrir de los años. Pero sí, Las Ruinas va en serio. Y Alucinaje va a causar un aluvión de preguntas con el porqué como canto central.
No es para menos ante tan sembrado cofre de disparos certeros al subconsciente. Sus formulaciones heavy pop vuelven a estar de dulce, siendo capaces de recorrer los extremos que llevan de Black Sabbath a The Go-Betweens con tal sencillez que abruma. Bajo este prisma bipolar, lo mismo nos podemos empapar en sortilegios pop de rezumar aussie como Piedras preciosas o dejarnos caer en las enseñanzas de Tony Iommi por medio de Coloso.
Los extremos estilísticos son tan pronunciados como reflejos en su forma siamesa de ser concebidos. Y más si están cosidos bajo sus filias por empujarnos a la tragicomedia de la vida, con la que hilan el argumento de cortes como Pateando piedras o Safari extraterrestre. Mejor aún es cuando filtran descontento con brío post-punk de barra de bar en Piensa por ti mismo. Nuevos estandartes de una formación que sí llegará a la decena de discos prometida, aunque por medio de un directo de despedida.
