Dos hermanos descubren su sexualidad en plena dictadura chilena de Pinochet. Ajenos a la represión, refugiados en libros y viejos VHS, explorarán el erotismo sin tapujos. Se estrena en Chile Cola de mono, de Alberto Fuguet.
Qué: Película (estreno en Chile)
El año: 1986. Plena dictadora de Pinochet en Chile. Borja es una adolescente de clase media-alta que puede vivir exento a esos problemas. Se refugia en una colección de videocasetes heredados de su padre fallecido, crítico de cine. Su hermano Vicente es estudiante de arquitectura. Durante la celebración de Navidad deciden ir a fondo con su deseo sexual y, con demasiado Cola de mono encima –trago típico chileno–, dan inicio a una noche inolvidable que los cambiará para siempre.
Alberto Fuguet (1964), prestigioso escritor y cineasta, vuelve a la carga con una película centrada en el drama homosexual. Es el paisaje que pinta Fuguet en un Chile alienado por la represión. Represión que se cuela como un lejano eco, un reflujo de lo que está atravesando la sociedad chilena en aquel momento.
Borja y Augusto son interpretados por hermanos reales: Santiago y Cristóbal Rodríguez-Costabal. Esto dota de una mayor frescura al verosímil relato. Con tintes de drama, thriller y comedia negra, Fuguet retoma tópicos ya trabajados en su obra y que también amplía en otro filme de factura reciente, Siempre sí, que podrá verse en el BAFICI, el festival internacional de cine independiente de Buenos Aires.
Cola de mono tuvo su estreno mundial en el Festival Outfest de Los Ángeles y formó parte del festival de cine de Santiago, SANFIC, donde recibió el Premio del Público. El autor no niega el haberse inspirado en experiencias personales. Más bien, todo lo contrario. En diálogo con el sitio Web NotiCine afirmó: «Quise volver a mi época de adolescente y recordar experiencias, deseos y masturbaciones mezcladas con el cine que veía en ese entonces. La película transcurre en los 80, pero también en Chile. Ese es el verdadero horror. El Chile de los 80 y la represión sexual».