Un abogado respetable de un pueblo perdido se enfrenta a oscuros secretos a partir de la irrupción de un extraño. Mientras tanto, la dictadura militar comienza a erigir sus cimientos. Se estrena en España Rojo, del argentino Benjamín Naishtat.
Qué: Película (estreno en España)
«La gente del barrio comenta. La gente sabe». Con esa frase se cierra el tráiler de Rojo, tercer largometraje de Benjamín Naishtat (1986), que se centra en la complicidad civil con la última dictadura militar en Argentina. El foco está puesto en la antesala a la irrupción de la dictadura, con un relato coral que se forja de manera sutil alrededor de una familia conformada por el respetable abogado Claudio Morán (Darío Grandinetti), su mujer Susana (Andrea Frigerio), su hija Paula (Laura Grandinetti) y su novio Santi (Rafael Federman).
El escenario del filme es un pueblo del interior de la Argentina que podría ser cualquiera. Oscuros secretos emergerán a partir de la irrupción de un extraño (interpretado por Diego Cremonesi) y la figura de un peculiar detective nutrido de obsesiones (Alfredo Castro). La venganza, el misterio y la búsqueda de la verdad atravesarán a estos personajes situados en medio de un pueblo que prefiere callar o mirar hacia otro lado ante el horror.
El cine de Naishtat (director y también guionista) se caracteriza por recurrir a la historia, lejana o reciente, para convertirla en ficción. En su ópera prima (Historia del miedo, 2014, incluida en la Sección Oficial de la Berlinale de dicho año) cuenta un choque de clases sociales y violencia en barrios privados. Hace zoom sobre el crack up argentino de final del siglo pasado. En El movimiento (2015) sitúa la acción durante la primera mitad del Siglo XIX, en un territorio nacional anárquico y aún sin delimitar, donde sanguinarios hombres armados recorren la pampa desierta. Allí, Pablo Cedrón se luce como el comandante de estos bandidos rurales que escribían, a fuerza de sangre, su propia ley.
Rojo, que se estrenó en Argentina en octubre del pasado año, se hizo con los premios a Mejor Dirección, Mejor Actor (Darío Grandinetti) y Mejor Fotografía (Pedro Sotero) en el último Festival de Sebastián y fue seleccionada para el Festival de Toronto, el BCN Film Fest y el Festival de Rotterdam.
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