Ya sea al frente de Prado Negro o junto a Lorena Martínez, Soleá Morente prosigue una senda abundante e intensa en proyectos que, con Lo que te falta, suma uno de sus esfuerzos más brillantes y el más representativo de todos en su maridaje flamenco pop.
Qué: Disco (Elefant)
De la jarana al cubo de Cariño a la dulce brisa planetaria de No puedo dormir, Soleá Morente no da tiempo a esperas ni a respiros por medio de un nuevo ajuar de canciones templadas desde la sabiduría más sencilla y relevante: tener plena consciencia de tus poderes. Desde esta base, vuelve a demostrar que en eso de hilar pop con brío rumbero no hay alumna más aventajada de Cathy Claret que ella.
Siguiendo con las palabras sobre No puedo dormir, no debemos olvidar la presencia del quejío pop de Los Planetas, que se extiende por toda la fisonomía instrumental. Canciones como la que da título al álbum no llevan a engaño. Tampoco es casualidad que Cariño deje su sello en Ducati y Cosas buenas, dos muestras más de la habilidad perfeccionada por Soleá a la hora de fundir acervo flamenco con efluvios pop.
En cierta manera, lo que hace la figura más avispada del clan Morente es lo mismo que Antonio Luque y Los Planetas pero desde el otro extremo. Y más, con pruebas como Pero es de noche, donde esta ambivalencia se nutre de sus dos aliados: su hermano Kiki, desde el flamenco, y La Estrella de David, desde la otra vera. El miembro en la sombra de La Bien Querida también repite en Coca-Cola y Tutti Frutti; esta última, prima lejana de cortes como Aceite, perteneciente al último LP del ex Beef. Y que reafirma a Soleá como una de las voces más inspiradas y refrescantes del actual pop español.
