Tras unos cuantos intentos por dar con su álbum definitorio, Varry Brava se presenta con Hortera, su trabajo más rico en matices hasta la fecha y con el que se ha marcado su colección de canciones más heterodoxa y rabiosamente pop.
Qué: Disco (Hook/Altafonte)
Hace ya unos cuantos años y discos que Varry Brava lleva intentando limar su pop colorista hasta renovadas cotas de inspiración. Resulta evidente que la única manera para que el trío alicantino pudiera alcanzar dichos objetivos provenía de inflamar el desenfado que le caracteriza.
Siguiendo esta pauta de acción, Hortera es un pildorazo de hechuras claramente inspirado en La Casa Azul, mientras que Loco juega con el contoneo cumbiatune, y sale reforzada en su exposición sin filtros ni retoques. Por su parte, Luces de neón remite a la nostalgia ochentera synthpop de grupos como M83.
Esta es la terna de cortes que conforma el primer tercio de Hortera, trabajo para el cual Varry Brava se ha marcado su colección más heterodoxa y rabiosamente pop, al mismo tiempo, hasta la fecha, lo cual vuelve a quedar plenamente corroborado otro guiño tan evidente a la La Casa Azul como Mi mejor momento, pero también por medio de PlisDonGou, en la que integran un momento con deje trap con absoluta naturalidad.
En todo momento, el pulso habitual resulta tan fosforescente que se hace difícil no dejarse contagiar por unas canciones que derrochan vitalidad por los cuatro costados. Bajo tan infeccioso manifiesto de intenciones, Varry Brava sale reforzado con este, su quinto álbum, que seguramente le aupará al escalafón más reconocible del pop español, para el cual se ha convertido en una especie de versión chanante, y entrañable, de lo que se supone debe ser una entidad pop masiva en este país.