Rebe ya había avisado con Recuerdos de cuando me aplastó una roca y me morí (2019) de que es la actual reina del pop kitsch español. Sin embargo, su entrada en Elefant Records y la publicación de Solo pasiones… la ha disparado hacia una nueva dimensión, de impacto por ahora desconocido.
Qué: EP (Elefant)
En este nuevo EP, las ambiciones de Rebe siguen proyectando un universo de poderoso magnetismo hipnagógico, con fuertes paralelismos sónicos de abstracción con la primera, y más interesante, María Minerva. Dicha metodología le sirve para reimaginar el pop bucólico de Jeanette, tal que en la fabulosa Ven a buscarme temprano, con la que define su vocación natural por armar una odisea pop absolutamente embebida en su impresionista detallismo synth acuoso, capaz de recordarnos al mismísimo Isao Tomita en Jamón.
Pop de formol que induce a una profunda vía onírica, subrayada por la voz inmaterial de Rebe, que define su conexión con el libro de estilo de sellos discográficos como Ghost Box. Lisergia al cubo que también toca de pleno la saudade otoñal british de Ernest Hood, tal que en la triposa aura atmosférica que envuelve cada gramo de La más wapa del bar; seguramente, la canción post-pop definitiva, en la que se alía con Pup Puppy para dar forma a una cumbia absorbida totalmente en el idílico mantra bedroom pop.
Estilo destilado también en cada poro de esta media docena de canciones eróticas, etéreas, donde Serge Gainsbourg, Manzanita y Broadcast son capaces de hablar el mismo idioma. Sin duda alguna, uno de los hitos de este año, que afianza a Rebe como una de las artistas más bizarras y esperanzadoras de la actual escena pop española.
Inaudito e imprescindible, Solo pasiones… se erige como providencial brújula para abrir un camino en el que, definitivamente, Rebe se ha convertido en abanderada mayor, desde el que replantear axiomas y demás estructuras reconocibles de la materia pop. Sencillamente, glorioso.
