El mal de la juventud es el esperado debut discográfico de Emilia, Pardo y Bazán, donde su obsesión por la búsqueda del hit indie noventero timonea los impulsos creativos de sus diez canciones.
Qué: Disco (Lunar Discos)
Resulta tremendamente significativo que las dos primeras canciones de este álbum hayan sido enfocadas desde polos tan extremos como lo son el tecno lo-fi de Ladrones de cuerpos y el brío indie-rock ultra melódico a lo Guided By Voices de La Inmaculada Concepción.
Tampoco resulta nada extraño que Madriz Central sea pura adrenalina en plan The Replacements. Y que, por encima de todo, prime una búsqueda incesante de un pasado, el cual necesitan remover desde un intimidante plano de inspiración, mucho más interesante que la típica recreación nostálgica de unos tiempos a los que Emilia, Pardo y Bazán han puesto la correa para domarlos a través de, en este caso, diez disparos certeros de intensidad desbocada.
Los mismos a través de los que son capaces de hacernos recordar a Nacho Vegas en El paso honroso y de sacarse de la chistera chispazos de pop electrónico casero al estilo de Casiotone For The Painfully Alone. Muchos y diferentes tonos con los que juegan a lo largo de un ramillete de canciones exultantes donde el brío eléctrico resplandece como pauta común de acción.
Más allá de sus indudables poderes instrumentales, El mal de la juventud también se distingue por ser el producto de un artista de la crónica en formato pop como Sergio Sanguino, brújula de un trabajo que, en su intento por condensar todas las influencias que planean a su alrededor, acaba por gestar una mega matrioska de tantos sabores diferentes como reconocibles a primera escucha.
