Culturas contemporáneas de España y Latinoamérica a diario
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viernes 26 de abril de 2024
Foto: Cecilia Álvarez-Hevia Arias

Era

León Benavente

Llegado a su cuarto LP, León Benavente consolida su posición privilegiada, demarcada entre la frontera del indie y el mainstream del carrusel pop español. Diez canciones que transmiten la sensación de que su eco será escuchado cada vez más en el futuro inmediato.

Qué: Disco (Warner)

Desde su primera canción, Líbrame del mal, León Benavente expresa en Era la necesidad de percibir un nuevo comienzo. Algo que no solo se aplica en modo conceptual, sino también en cortes como Todas las letras, donde la banda tira de cosmología krautpop analógica para aliarse con Tulsa en una de las canciones más sorprendentes de todo su catálogo.

Otro ilustre invitado es Triángulo de Amor Bizarro, que aporta su granito de arena en Te comes mi corazón, en la que, salvando las distancias, incluso llega a recordar a la pátina tecno-rock gestada por Depeche Mode en los años 90. Esta misma dinámica es la que se lleva a cabo en Persona, otro de los momentos álgidos del disco.

Tal como queda refrendado en este par de cortes, la maquinaria sinte cobra fuerza mayor. Así, León Benavente ha tomado plena consciencia de una forma renovada de dibujar sus canciones dentro de un aura retrofuturista. Eso sucede en temas como Di no a la nostalgia, en el que incluso se tira de caligrafía synthwave para invocar las musas que no habían hecho su labor de forma tan libérrima y sci-fi como en este trabajo. Un trabajo definitivamente rupturista y continuista al mismo tiempo.

Bajo esta concepción, Era cobra vida en torno a un conjunto de canciones que arrastra a León Benavente a una segunda (ciber) juventud, repleta de ganchos para agarrarse a su estela.

León Benavente Era

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