Mariana Enríquez y Dr. Alderete en simbiosis pánica. El año de la rata fue el del gran encierro. Ellos son los dueños de los espíritus y los santos, Mariana Enríquez abandona por un momento la oscuridad del terruño y Dr. Alderete la lleva de la mano hacia su iconografía mescal y lucha. El fin del mundo pasó hace un par de años y todavía no nos hemos dado cuenta.
Qué: Libro (Libros del Zorro Rojo)
En El año de la rata hay látex, un combo de variedades llamado Damas de Piedra, bailanta, juguetes cargados de ácido, la sustitución del feminismo por la raza extraterrestre de las Daianas, Bruno Díaz travestido, el Dr. Alderete poniendo velas a Hugo Sánchez y una pollera colera, pasados de agua de panela, máscaras y más máscaras, algunas son pieles y otras son personajes escapados de otras obras de sus autores.
En El año de la rata hay conexiones a lo largo de todas las páginas e ilustraciones. En El año de la rata las páginas tienen la textura de un bestiario, de museo y opereta y si el sol negro cubre el Estadio Azteca, los devotos seguimos de manera escrupulosa las cábalas del Doctor Bilardo –otro doctor como Alderete–, dos seguidas para el tercer Doctor, Feelgood, como se llamaba cuando dispensaba recetas en las primeras páginas de este mismo Zona de Obras.
El Necronomicón en la Biblioteca de Buenos Aires encargado por Jorge Luis Borges. El Chapulín Colorado es un zombie, un muerto viviente, una garrapata que no cabe en su uniforme de superhéroe. El año de la rata es un libro lleno de divinidades en potencia que, entre sus páginas y más allá, hará lo que sea para conseguir devotos seguidores para su culto. No podemos esperar a que algo nos agarre la pierna cuando nos echemos a dormir en el Motel Enríquez, en la suite Alderete. Suena Irresponsables de Babasónicos y sabemos que el cadáver de Mirtha Legrand vivirá más tiempo que uno.
