Valencia prosigue su boyante estado de salud pop. En esta ocasión, le toca a Margarita Quebrada, que estrena Gas lágrima, segundo LP en el que se demarca por una exultante muestra post-punk bailable de contornos marcados por la música urbana.
Qué: Disco (Jabalina Records)
Ya avisó Interrogación Amor en su segundo LP que la línea de encuentro entre las raíces post-punk y la música urbana se podía dar de forma totalmente natural, como en una colisión generacional que desemboca en un entendimiento y acoplamiento fresco y totalmente actual.
A esta misma línea de acción pertenece Margarita Quebrada, aunque en su caso habría que encontrar los paralelismos con formaciones como Somos La Herencia, con quien también comparte el gusto por alternar músculo synth con abstracción de sello Arca. Así sucede en Llanto gris, seguramente la pieza que mejor condensa los diferentes prismas que brotan a lo largo de tan energética decena de canciones.
Entre las mismas, nos topamos con colaboraciones que abren la puerta hacia diferentes vías estilísticas. Tal es el caso de Dentro de mí, en la que participa Kaixo, la figura más relevante del trap en Vigo.
En otro tema, como el que pone título al álbum, Margarita Quebrada enarbola un tecno trap de dimensiones cosmológicas. Cibernética del ritmo aplicada a lo largo de un recorrido donde la vía experimental cobra vital protagonismo, con el inconfundible deje a Depeche Mode y The Cure en Descongelada, uno de los momentos más memorables de tan sugerente excursión por las grutas del pop oscuro, pero luminoso, al mismo tiempo.
Todo un contraste de luces y sombras cifrado entre texturas de irradiante eco cíborg. El resultado de lo que, sin falta de razón, ya se ha etiquetado como el sonido del Siglo XXI. Uno al que Margarita Quebrada pertenece, siendo consciente de poseer una fórmula de atracción tan irresistible como la destilada en este brillante Gas lágrima.
