Lisansinson llega a su segundo LP con el surtidor rebosante de inspiración, lo cual ha devenido en un ramillete de canciones perfecto para atisbar la entrada del verano.
Que: Disco (Elefant)
Si una cosa estaba claro previa al aterrizaje de Un año de cambios es que iba a ser difícil llevarnos una decepción. Y más con singles de adelanto como Canción de entretiempo y No sé muy bien. Tanto estos pildorazos de pop radiante como los otros tres sencillos restantes elevaron el listón de las expectativas hasta unos niveles que sólo puede satisfacer quien está tocado por el don.
En este sentido, los ingredientes utilizados para la ocasión rebajan la graduación punk y se embadurnan en un más que delicioso remozado pop colindante a Cariño. De confirmar dicha conexión se encargan canciones como Mochi, la cual también bebe de la influencia de The Jesus & Mary Chain.
La vía del indie pop norteamericano nos hace pensar en formaciones de culto como Heavenly, reinas del twee pop, género al cual se adscriben con una capacidad imponente para también recordarnos a las primeras Nosoträsh en la irresistible Turquesa marquesa. Sin duda, una de las piedras preciosas que relucen en tan despampanante colección de guiños a The Breeeders, Aerolíneas Federales o Juniper Moon. Diferentes esquinas de una fórmula que se palpa totalmente perfeccionada y pulida para la ocasión.
Como bien decíamos más arriba, el resultado no podría ser más esplendoroso, la certificación de estar ante una nueva edad dorada del pop más desenfadado y luminoso. O lo que hace tres décadas se comenzó a denominar de forma nefasta como tonti pop. Y es que álbumes como éste poco tienen de tontos y sí de inteligentes, en su forma de integrar un mosaico de ecos tan colorista y reconocible en un modus operandi que, esperemos, prosiga tan seguro y orgulloso de sí mismo en próximas entregas discográficas.
