Culturas contemporáneas de España y Latinoamérica a diario
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sábado 20 de abril de 2024
Adriano Galante
Foto: Silvia Poch

Trabajando desde la intuición

Adriano Galante

Galante es palabra y es música, es un bolero de ron y una contrabajo que avisa que el local está a punto de cerrar. Y él agradece todas las reacciones a su música con la misma intensidad y afecto. Desde Seward hasta Galante pasando por veintitrés libros. Esta es la historia de un artista total.

La primera pregunta es imprescindible: ¿cómo pasar de una banda como Seward donde el sonido producía la emoción a un proyecto solista como Galante donde la intensidad se consigue a través de la expresión lírica de la voz? ¿Crees que los seguidores de Seward podían adivinar ese viraje, ese nuevo eclecticismo futuro?
Puede ser… No tanto en los discos, quizás, pero sí que en los directos, que siempre han habitado un imaginario múltiple, irónico y ampliamente diverso, invocando siempre voces, sonidos y cantos de todas partes y tiempos. Hace unos años, por ejemplo, «matamos» a Seward por unas horas con la creación de Cachete por una noche, una especie de combo surrealista de lino con el que improvisamos tanto la música –tocada expresamente solo para bailar– como las letras de las canciones, hechas al momento junto con el público. Después de algo así y de las aventuras en las que me he embarcado estos últimos años (Demoledora, Entrar a vivir…), estoy seguro de que mi público está acostumbrado a las sorpresas.

«En mi caso, la escritura ha estado siempre por delante de la música y es el primer lugar desde donde me encuentro la música cuando empiezo a tocar y cantar: en la palabra. Llevo más de diecisiete años escribiendo esta colección de poesía y relatos que terminaré dentro de seis, con veintitrés libros en total, titulados como las veintitrés de la lengua castellana»

Tu disco en Halley Records me recuerda a los crooners oscuros, de un cierto toque arrabalero, quizá al modo Pablo Und Destruction o del Aute más introspectivo de principio de los 80: ¿En qué zona te encuentras más cómodo?
Me encuentro muy cómodo sabiendo que cada quién escucha como quiere, le llega y recibe lo que quiere de mi música, pero también lo que desconoce y lo que no se espera. Agradezco todas las reacciones a mi música con la misma intensidad y afecto. En el caso de este disco, que quiere explorar la alegría desde puntos de vista y experiencias diversas, siento que estoy investigando con el lenguaje, el deseo y el canto desde un lugar luminoso, sonriente y tranquilo, un lugar diferente al que había habitado anteriormente en otros trabajos discográficos. Una vez aquí, reconocido este lugar de encuentro conmigo, las canciones adquieren vida propia casi por sí solas.

¿Qué referentes manejas a la hora de escribir?
Lo más habitual a la hora de escribir es que me inspiren profundamente personas aparentemente opuestas a mis maneras de hacer, así como aquellas que no se dedican exclusivamente a escribir… Por decir tres nombres al azar: Totó La Momposina, Chavela Vargas o Macha y El Bloque Depresivo. Esto no significa que no me sienta removido por los trabajos literarios, escénicos o poéticos de artistas más cercanos a mí o a mi obra, como pueden ser ahora mismo los de Andrea Soto Calderón, Isidoro Valcárcel, Alessandra García, Txalo Toloza, Violeta Niebla o Javier Gallego, sin ir más lejos.

De ti, de todo cuenta con un clip dirigido por Jo Sol y la directora italiana Afra Rigamonti, con imágenes extraídas de de la película Nos queda la noche, una danza lenta de cuerpos que muestra la sintonía audiovisual que Galante tiene con el director catalán Jo Sol. Dentro de esta mixtura estructural y creativa el audiovisual puede ser el perfecto contenedor de todo… háblanos de esa relación con Jo Sol y cómo quieres que el cine o el vídeo esté presentes en tu nueva propuesta.
Jo Sol y Afra Rigamonti entraron en contacto conmigo a través de otro cineasta, Fede Delpero. Los tres buscaban cómo contactar con Konvent, un centro de creación autónomo y residencia de artistas en Berga, Catalunya, donde yo viví un tiempo y donde trato de colaborar siempre que la vida me lo permite. Allí, Jo, Afra y Fede tenían el objetivo rodar una de sus próximas películas. Desde aquel primer encuentro y tras su enamoramiento instantáneo con las coordenadas, fuimos conectando de maneras cada vez más profundas hasta que nos hicimos amigas y comenzamos a colaborar en más proyectos, poniendo yo músicas mías inéditas en sus piezas y ellos parte de sus metrajes en mis canciones.

Adriano Galante

 «En el caso de este disco, que quiere explorar la alegría desde puntos de vista y experiencias diversas, siento que estoy investigando con el lenguaje, el deseo y el canto desde un lugar luminoso, sonriente y tranquilo, un lugar diferente al que había habitado anteriormente en otros trabajos discográficos. Una vez aquí, reconocido este lugar de encuentro conmigo, las canciones adquieren vida propia casi por sí solas»

Hablas de una sucesión de libros de poemas inéditos, ¿utilizas la poesía como una suerte de diario que te sirve de material para la expresividad artística? ¿o es la expresividad artística la que da sentido a tu vida?
En mi caso, la escritura ha estado siempre por delante de la música y es el primer lugar desde donde me encuentro la música cuando empiezo a tocar y cantar: en la palabra. Llevo más de diecisiete años escribiendo esta colección de poesía y relatos que terminaré dentro de seis, con veintitrés libros en total, titulados como las veintitrés de la lengua castellana. Mi manera de relacionarme con lo que hago en la música, la literatura o las artes vivas es a través del manejo del tiempo, un tiempo que no ha de ser normativo, un tiempo que se disfruta a lo largo y a lo ancho, que no se acaba nunca.
Entonces, sí, es la vida misma la que da sentido a mi expresividad artística, sí.

En una propuesta tan ecléctica como la tuya, ¿el silencio del público es importante? ¿Necesitas una capacidad de atención, de silencio para poder desarrollar lo que haces o el público puede ser parte de la actuación interactuando?
La atención o el silencio del público no depende del público únicamente. Simplemente se gana o se pierde. Depende del lugar donde se toque o del tipo de espectáculo que se lleve a cabo, la relación con el público y con la música puede cambiar por completo, tanto fuera como dentro del escenario. Ese reto, esa diferencia fundamental con el resto de artes vivas o muertas, que normalmente se disfrutan en completo silencio y se reproducen en su mayoría de la misma forma cada vez –como las películas, sin ir más lejos–, hace que la música en directo sea un campo de investigación interesante, muy vivo, tanto a nivel escénico como sonoro, físico, social, dramático, etc.

La mezcla de colaboraciones en el disco, con Silvia Pérez Cruz, Ana Tijoux, Refree o Meritxell Neddermann, entre otros, por marcar alguna dirección, encuentro presencia de propuestas muy interesantes de Latinoamérica y otras españolas, música intensa, casi de amanuense, de artista plástico. ¿Intencionado?
Nunca he tenido la intención de tomar decisiones conscientes sobre el tipo de música que quiero hacer. Jamás me he sentado a componer y he dicho «ahora voy a hacer un bolero» o «con esto quiero transmitir aquello», por ejemplo, y creo que es algo que nunca haré de manera tan específica. Trabajo desde la intuición, desde el no saber haciendo. Empiezo a tocar, a cantar y a escribir, y desde ahí me voy relacionando con las formas que surgen a través de mis instrumentos y tomando decisiones, a veces sabiendo muy bien qué está pasando y otras sin tener la más remota idea.

El tratamiento emocional en los textos no es excluyente de una parte más «política» o quizá, social, que podría encontrarse también en la organización de festivales, de encuentros, de acciones: es una propuesta global para una sociedad que necesita de la cultura… ¿pero cómo puedes desarrollar un propuesta tan íntima y personal para un público generalista? ¿y si no es generalista el público cómo puede uno ser personal en su propuesta?
Yo escribo, toco y canto para las personas, cuyas vidas, vivencias y sentimientos son todos diferentes. Sus maneras de escuchar y de entender la música o las letras, también. Me interesa generar diferentes sensaciones en cada una de ellas. No pretendo que sientan lo mismo ni de la misma forma, ni siquiera cuando les pido que canten en los conciertos. En este sentido, estoy convencido de que el «público» no se acaba nunca para ninguna propuesta artística. Lo más importante, por eso, es tener las herramientas adecuadas para llegar a las personas.

 

(«Apuesta del Día» del 06/05/2023)

Adriano Galante Toda una alegría

Toda una alegría está editado por Halley Records.


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