Todos tenemos una habitación reservada en el Hotel Miranda! Es cuestión de ser elegante, tener buen gusto y encontrar el número que más se adecúe. Ellos harán el resto: hilo musical y visita personalizada, agasajar al resto de los invitados y pasarse por España para presentar la regrabación de sus mayores éxitos. Entre los colaboradores que dan nuevos colores a los temas están, entre otros, Francisca Valenzuela, Sofía Reyes o Ca7riel. Y también algunos más veteranos, como Andrés Calamaro o Emmanuel Horvilleur.
Preguntamos a Ale: ¿cómo lleváis las etiquetas? ¿Pop, electrop, glam o las etiquetas lo mejor es cortarlas para que no molesten al estrenar la chaqueta?
Nosotros siempre nos hemos considerado un grupo pop. Es cierto que en nuestros primeros discos las canciones se realizaban con técnicas e instrumentaciones afines a la música electrónica, pero con el correr de las grabaciones y los años hemos incorporado otras sonoridades más orgánicas. Hoy definiría a Miranda! cómo un grupo pop con fuerte influencia electrónica.
Hotel Miranda! está lleno de colaboraciones. ¿Quién se acerca a quién? ¿vosotros a los amigos o los amigos a vosotros? ¿y cómo se reparten los temas?
Ha habido de todo. No se ha repetido un método: una lista de deseos inicial asociadas a distintas canciones. Luego hablamos con los invitados. Entre medio los productores. Algunos cantantes nos hicieron caso, otros nos propusieron otro tema y lo probamos. Tanto con los productores como con las voces. Fue un trabajo arduo y a conciencia, pero siempre dejamos que las cosas se acomoden solas. Dimos absoluta libertad a todos los que colaboraban en el disco para expresar sus ideas, y siempre terminaban mejorando nuestras propuestas. Por eso, creo yo, el disco se siente orgánico y natural. Porque más allá de tener un plan, dejamos fluir la creatividad de los convocados para enriquecer el proyecto con diferentes visiones.
«Dimos absoluta libertad a todos los que colaboraban en el disco para expresar sus ideas, y siempre terminaban mejorando nuestras propuestas. Por eso, creo yo, el disco se siente orgánico y natural. Porque más allá de tener un plan, dejamos fluir la creatividad de los convocados para enriquecer el proyecto con diferentes visiones»
Las canciones de Miranda!, son casi reconocibles en el primer acorde, la primera nota, ¿cómo os planteáis la revisión de los mismos? ¿Había alguna pauta en los nuevos arreglos para que sonaran rompedores o buscaban ajustarse a los nuevos gustos? ¿Dónde veis más ruptura de las grabaciones originales?
El planteo fue sencillo. Dejamos que el primer impulso siempre lo dieran los productores. Cómo ellos no habían grabado la versión original de la canción nos pareció que lo más lógico era aprovechar ese impulso inicial. Y ya planteada la idea empezábamos a opinar nosotros y a darle forma entre todos. La realidad es que estoy muy orgulloso de todas nuestras grabaciones, pero que obviamente a todas les encuentro cosas que cambiaría. De todas maneras encaramos estas reversiones no con ánimo correctivo, sino más bien con espíritu renovador. Algunas versiones son bastante fieles a la original, y otras se alejan más. Considero que las que más se alejan de los originales son Prisionero, Traicion y Perfecta (que incluye nuevos versos aportados por los invitados).
No puedo evitar pensar en que, de todos los colaboradores, el más «veterano» es Andrés Calamaro. A día de hoy no hemos podido escuchar su tema, pero resulta inevitable pensar en su disco solista Hotel Calamaro, en aquellos sonidos 80s de sintes, de baterías con formas geométricas… ¿habéis llevado de vuelta a Andrés a esos años «tecnodark»?
Andrés va adonde el quiere siempre. Soy fan de esos primeros discos solistas de él, así como de toda su carrera. Es un cantante muy versátil y se adueña de la canción que sea en el estilo que sea. Suena a Calamaro con un cajón y guitarra, y también suena a Calamaro sobre una base programada en software digital. La canción que hicimos con él es de mis favoritas del disco. (Nota: La habitación asignada a Calamaro todavía tiene la cama sin hacer).
Ahora hablamos con Juli y empezamos con el viaje a España, con el disco Hotel Miranda! que puede funcionar como recopilatorio o grandes éxitos y ser perfecto para montar el repertorio para los conciertos. ¿Qué pensáis que conoce el público español de vuestro trabajo?
Ir a España con la excusa que sea es una felicidad enorme siempre para nosotros, este disco nos tiene muy contentos, y ha venido a sumar mucho baile al show en vivo, sabemos de nuestros fans de la primera hora que nos conocieron gracias a Fangoria pero fuimos viendo que se expandía la onda y cada vez que vamos aparece una especie de incertidumbre medio dulce que nos gusta y nos entretiene.
Miranda es un grupo global y con seguidores por toda América Latina.
El vínculo con Fangoria data de varios años atrás, creo recordar que Julieta Venegas le mostró nuestro disco Sin restricciones y nos llegó la devolución de que les había encantado y de ahí nos tiramos con muchas flores y terminamos girando, grabando y compartiendo escenarios, cosa que aún hoy me parece muy surrealista, un lujo inesperado… nos sentimos queridos en España y en muchas partes de Latinoamérica. En Chile y Argentina es donde más seguido tocamos, pero hace tiempo que viajamos al menos dos veces al año a México, Perú, España, Uruguay… Hay una especie de cumbre de públicos de todas las épocas, que se reúnen en esta especie de gira de fiesta show que vamos profundizando y perfeccionando pero que en definitiva nos entusiasma a la par que al público que suceda.