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sábado 7 de diciembre de 2024

Latino Resiste y Mal Dicen! El trayecto del bass en el contexto latinoamericano

Pensemos en la imagen de una gota de tinta china cayendo en la pureza de un vaso de agua cristalina. Lo que sucede cuando rompe la tensión superficial es increíble: el camino hacia su disolución presenta una gama de tonos y paisajes visuales ciertamente infinitos e irrepetibles. Pensemos ahora en el momento en que un sampler corre sobre un ritmo cualquiera: el panorama sonoro que nos ofrece se convierte en una revelación y ninguna de las dos piezas musicales involucradas –la sampleada y la nueva creación– vuelve a ser percibida de la misma forma. Al igual que la fusión de la tinta china en el agua, en la que la separación de ambos líquidos resulta imposible, así sucede con el proceso de construcción de nuevas pistas que en algún momento tomarán por asalto las pistas de baile y se incluirán inmediatamente al amplísimo acervo de Soundcloud.

Latino Resiste y Mal Dicen! El trayecto del bass en el contexto latinoamericano

Algo ha pasado en la consciencia de los productores de música electrónica de América Latina: la posibilidad de la inmediatez les ha destapado a través de sus ordenadores y consolas, una caja de pandora que permite construir discursos musicales geográficamente complejos. El bass, en su contexto dentro del continente, tiene implicaciones genealógicas complejas. Pero podría decirse que es descendiente de la tecnología y la conectividad. Y, como es lógico, ese universo de información incalculable abre toda una gran paleta de posibilidades.

En este sentido, el sello Latino Resiste y Mal Dicen! –su hijo a modo de subsello, dedicado a las fusiones entre folclores del mundo con foco en los de América Latina y la nueva música electrónica para la pista de baile– vienen haciendo un trabajo que no sólo resulta revelador por la cantidad de puntas que abren, por las que los nuevos artistas del continente pueden transitar caminos inéditos, sino por la amplitud que ambos sellos manejan. Latino Resiste publica multitud de estilos más que electrónica y funciona como una marca con un planteo claro: la música es libertad, pase lo que pase. De hecho, desde el nombre y el logo mismo proyecta un intenso grito de «latin power» que para nada se queda en el modo, sino que el concepto se torna creíble apenas uno consulta su catálogo.

«Nuestra labor es ser una antena de escenas existentes pero que rara vez pueden llegar a audiencias más grandes» (Alberto Caballero)

La lista de artistas y estilos que manejan resulta al comienzo un tanto abstracta. Con el tiempo y sus correspondientes ediciones, es posible construir un mapa mental plagado de novedades, vanguardia, potencia y brillo. Esto da espacio principalmente a muchas expresiones interesantes que otras escenas musicales y sellos han dejado desamparadas, pero que como se puede apreciar, tienen mucho para ofrecer.

Esta oferta está relacionada cien por ciento con la mente, la energía y la realización de Alberto Caballero, artista también conocido por su proyecto Caballo & The Mothafu Kings. Caballero ha sido gestor fundamental para distintos estilos del continente americano como el global-bass, el latin-bass, la cumbia digital, el digital dancehall, el dubstep y hasta el metal. Más allá de la curaduría de ambos sellos, Alberto es quien lleva el mando en Tropical Bass, página esencial para los nuevos ritmos latinos pasados por dispositivos musicales electrónicos. Y también es un asiduo colaborador de Mad Decent.

«La serie de ediciones de Latino Resiste! es algo que la gente puede leer como un todo a fin de año, haciendo balance de las cosas que pasaron», dice Caballero. Es cierto: las distintas tendencias que abarca se complementan y crean una unidad. La rareza de un disco apuntala a la del otro, y eso va ganando fuerza en la multiplicidad y en la suma toma forma un rompecabezas que, visto en foco, no es otra cosa que la imagen de la actualidad musical en el mundo globalizado, pero en el  sentido más positivo.

¿Qué puntos te resultan relevantes de lo que está pasando en la fusión de estilos folclóricos latinoamericanos con la nueva electrónica?
Aberto Caballero: Siempre es relevante ver cómo las nuevas generaciones intentan mantener una cohesión con sus raíces sin dejar de mirar el contexto global en el que viven. Creo que es la mejor manera de descolonizar mentalmente al público de manera proactiva, haciéndolos oír su propia cultura en un marco sin imposición.

¿Qué de eso es parte activa en la selección que tienes en las publicaciones del sello?
Latino Resiste siempre apuesta a propuestas sonoras interesantes, independientemente del género y de quién las haga. Puede ser famoso o desconocido, pero si tiene cohesión entre una escena latina y suena vanguardista, seguramente tendrá acogida. Nuestra labor es ser una antena de escenas existentes pero que rara vez pueden llegar a audiencias más grandes, o generar un sonido particular para no dejar extinguir cierta subcultura.

¿Cuáles son, según tu opinión, los cinco nombres fundamentales de la nueva realidad global-bass y latin-bass latinoamericana?
Sin duda, Happy Colors es un gran referente de sonidos actuales. Su sonido me recuerda mucho a lo primero de Munchi, pero con la intensidad de Javier Estrada. Otro referente importante es DJ Tamalero, quien básicamente lideró (o lidera) el movimiento 3BALL, que es completamente opuesto a 3BALLMTY. Ese estilo no necesita recurrir al prehispánico ni a la cumbia para sonar autóctono. Aunque es un pionero, Pernett es fundamental en la exploración musical de la cumbia. Tal vez es la persona, aparte de mí, que más bass le ha metido a la cumbia, pero siempre manteniendo la brújula en la raíz. Ambos comenzamos en la misma época. Sin embargo, Humberto Pernett logro traspasar al mainstream en tiempo récord y se mantiene entre los dos mundos, con grandes colaboraciones pero siempre con un pie en el under. Otro es un combo: Ezekiel e ILLUMINVTY, ambos de México. Son otros campeones de un sonido muy particular, aunque no es lo que uno consideraría «fundamental» per se. Siempre que ellos sacan un trabajo, al poco tiempo se siente una ola de personas haciendo lo mismo, o que básicamente tienen la misma intención. Es un combo pionero. Y el quinto creo que por el momento que vive en 2015 es Bacondo. Básicamente son la versión más mainstream de Matanza, Dengue Dengue Dengue, Tremor y toda esa onda del folclore digital.

«Es necesario tener respeto por las raíces y el artista creador del género. Pero tampoco se puede ser purista si se pretende expandir la cultura. Al producir lo que cuenta es la intención»

¿Hasta qué punto es necesario, desde tu visión como productor, contar con una idea abierta y sin prejuicios para la concepción y construcción de nuevos ritmos?
Depende. Es necesario tener respeto por las raíces y el artista creador del género. Pero tampoco se puede ser purista si se pretende expandir la cultura. Al producir lo que cuenta es la intención.

Si bien «global-bass» y «tropical-bass» son términos que ofrecen un entendimiento claro de lo que implican, siguen siendo términos amplios y difusos. ¿Dónde encuentras el origen de tu trabajo dentro de esa ambigüedad infinita?
En la realidad contextual. Nací y crecí en una época en la que se escuchaba cumbia tropical en la radio, y se compraban vinilos y casetes porque eran los formatos existentes. Vi la llegada del CD y del mp3. Asimismo, he visto crecer géneros y de ahí ha partido mi exploración. He intentado hacer al menos un track de todos los géneros que alguna vez he escuchado. Muchos de ellos no han sido publicados oficialmente porque no hay un público masivo que desee escuchar música llanera con dubstep o mariachi con cumbia. Aunque es importante mantener la pupila atenta a lo que pasa, sin crear la percepción de hacer lo que está de moda o lo más loco.


Pernett

¿Existen las fronteras rítmicas en tu discurso?
No. Pero sí existe una autocensura al publicar. Mis trabajos más vanguardistas o menos digeribles no los he publicado. En 2003 estaba en cosas como Bong-ra, Aphex Twin y Squarepusher e hice un EP con esas influencias, pero con cumbia y merengue. Tal vez el track más intenso que he sacado de esa onda fue uno del álbum Global Propaganda que se llama Made In China.

¿Existe relación entre la tecnología y la inmediatez como disparadores del crecimiento y difusión del bass en Latinoamérica?
Sin duda. Ya no es aquella cultura elitista donde sólo hacían música quienes tenían el dinero para hacerlo. Debías tener un instrumento, un amplificador, un lugar de ensayo… Para eso se necesitaba una inversión de capital y apoyo logístico. Ahora cualquier persona puede hacerlo desde su casa y subirlo a Internet. Eso es algo bueno y malo al mismo tiempo. Es bueno porque otorga igualdad de condiciones. Pero también es malo porque genera una nube de mediocridad donde es difícil encontrar lo realmente valioso.

Cuando piensas en Latino Resiste y Mal Dicen! dentro de veinte años, ¿qué música te imaginas sonando en ellos?
La misma que está sonando ahora. El género será diferente, pero siempre será la música que se está haciendo en el underground y que no llega a las masas. Lo original se cocina en lo marginal. Siempre.

POR DÓNDE EMPEZAR
Los antecedentes musicales que construyen la escena del tropical-bass en América Latina y en algunos rincones de Europa le han dado a este subgénero un estilo sonoro y compositivo muy específico: la utilización de elementos folclóricos en los discursos musicales le otorgan una forma única, debido a que su creación depende directamente del contexto en el cual el artista se haya desarrollado. Desde esa óptica, varios de los discos de estos sellos hacen planteos más que interesantes.

CABALLO & THE MOTHAFU KINGS
Absurdus

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El último LP de Caballo & The Mothafu Kings es algo así como un resumen de la postura en la cual se plantan Latino Resiste y Mal Dicen! Tanto por su diversidad rítmica, sonora y compositiva como por el discurso del disco en sí. Si no, habrá que poner atención al texto con el que ilustran la edición: «Brecha entre rico y pobre, tácticas políticas para permanecer en el poder, lo que filtran los medios para manipular #ABSURDUS». Toda una declaración de principios.

BACONDO (J-1 & Man-K)
Bacondo EP

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En este amplio repositorio de ritmos y producciones es obligado mencionar a Bacondo, dúo de las más recientes adiciones a Latino Resiste, quien con su particular fórmula han rasgado la tela del latin-bass para crear un subgénero que sus miembros han denominado como «andean bass» o «bass andino». ¿Por qué lo llaman así? Debido a la utilización de sonidos étnicos y de ritmos de la urbe global. La suya es sin duda una de las producciones más interesantes y bailables de 2014.

LORD BREU
Futurafro EP

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Lord Breu es uno de los que ha acuñado el término «bahia bass». En su EP Futurafro utiliza ritmos puramente brasileños provenientes de la zona de Bahía y también es posible palpar la clara influencia del technobrega que tanto terreno ganó en apenas unos pocos años en su país. La combinación que logra es única porque sus piezas musicales mantienen esa cadencia que se encuentra sólo en las producciones de tropical-bass que suman el ingrediente local.

JET AIRESS
Pelog Lima EP

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Jet Airess cruza las fronteras musicales y pone a disposición una gama de sonidos profundos e hipnóticos. El intercambio cultural que ha logrado su sello con este proyecto es simplemente magnífico y toma forma en un EP en el que Caballo colabora con dos remixes. El resultado es una muestra de que la exploración y la inclusión de otros ritmos folclóricos puede dar creación a discursos únicos e interesantes que rápidamente transportan al escucha a esos lugares místicos.

RAFAEL ARAGÓN
Llegó la hora!

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En un contexto distinto y con otros referentes, es posible encontrar que la empresa que ha emprendido el artista francés Rafael Aragón resulta épica. Sobre todo si consideramos que desde su posición geográfica se encuentra lejos de cualquier imaginario latino. Sin embargo, Llegó la hora! –el LP que publicó por medio de Latino Resiste– es una muestra clara de que es posible ahondar en el amplio repositorio de ritmos nativos. Quince pistas que dejan al descubierto una amplia gama estética utilizada de tal forma que resulta imposible no mover los pies y bailar hasta caer rendido.

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