El director de cine Vicente Aranda murió ayer en su casa madrileña a los 88 años de edad. Barcelonés de nacimiento, sufría la enfermedad de Parkinson desde hace varios años. Le sobreviven obras básicas en el cine español, como Amantes, La pasión turca, Juana la Loca o Libertarias. Dos constantes temáticas marcaron su carrera tras las cámaras: la Guerra Civil y el sexo. En este último terreno fue un verdadero pionero en España: resolvió con maestría el sempiterno tabú existente al respecto y «normalizó» las escenas eróticas explícitas sin caer en la vulgaridad o los clichés. Con Amantes (1991) cosechó su mayor éxito doméstico: Mejor película y Mejor director en los Premios Goya. También se le colocó el cartel de «director de actrices», por haber sacado el máximo partido a varias intérpretes ahora consagradas en el cine español. Es el caso de Victoria Abril (por encima de todas), Ana Belén o, en menor medida, Maribel Verdú y Loles León. Entre sus actores fetiche estaban Imanol Arias, José Coronado y Jorge Sanz. Su última película como director fue Luna caliente (2009).
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sábado 20 de abril de 2024