El nuevo EP de Marcelo Criminal, Medio mensaje, es una oda a la caja lista y su panteón personal de personajes. Edita Sonido Muchacho.
Qué: Disco (Sonido Muchacho)
Cuatro temas son los que componen este EP de Marcelo Criminal, una grabación conceptual que gira alrededor de la tele de consumo, de la pantalla pequeña, de mesa camilla, cuando todavía no había más posibilidad para el visionado de los programas que estar frente a la TV cuando se emitían.
Amor por Marisol, pianistas de Parada, la tarde trae miedo y por eso una batería programada con sustancias mecánicas y una voz de cansino sentimiento que nos recuerdan a la mejor época de Parade y el sello Spicnic. Amor por Iker, el de la Porter, que recubre con celofán irónico el ritmo sincopado, la melodía ruidista, ojos en blanco mientras te agarras de la mano y un piano que se entrecruza con un casiotone.
First Dates es una canción de amor con armonía de un solo dedo, situacionismo pop y una segunda oportunidad, una voz femenina que arranca las gafas de pasta al escurridizo Marcelo. Un beso en los labios y las canciones serán parte de esta historia de cajas listas, cajas tontas, amor y horarios.
Imagina una habitación con una cama de metro cuarenta, con las paredes llenas de fotos de La Casa Azul y Michael Jackson y unas cuantas revistas TPs por el suelo. Si cuando un hijo habla de su compañera de clase y la llama «Dayana», nosotros pensamos en V, la serie, y llega Saber y ganar, una especie de retorcido laberinto emocional, que mira en un espejo al que le faltan unos trozos, idéntico al que utilizaba Oscar D’aniello para ensayar los movimientos de sus manos antes de grabar el primer disco de Facto Delafé y Las Flores Azules.
Veníamos de tiempos malos y puede que lleguen algunos todavía peores, lo único que nos quedan son los guiños al pasado y los momentos compartidos y esta grabación tiene mucho de ambos.
