El cuarto disco del artista tacuaremboense Dani Umpi fue grabado junto a La banda del V.I.P. y producido por Dr. Taba. Su prosa está dedicada a reflexionar sobre las nuevas problemáticas de las relaciones sociales vinculadas a la tecnología. Hay invitadas como Faraónika, Masoniería y Elli Medeiros.
Que: Disco (Yolanda Discos)
En una de las canciones nuevas que se llama La mitad, el artista uruguayo dice con altiva seguridad: «El único estado seguro es estar desconectado». Y ahí radican dos de sus grandes características. La primera es una posible explicación para su movimiento constante. Y no sólo en la música. Dani Umpi también es escritor y artista visual, además de haber estudiado comunicación social.
Un truco: desconectarse y activar. La segunda se relaciona con la manera que tiene el artista de Tacuarembó para decir las cosas. Aunque Umpi esté describiendo un drama, o esté hablando de un corazón roto, estará siempre en el marco multicolor de su obra. Uno puede escuchar Vieja loba y pensar en su hermosa novela Miss Tacuarembó (editada en 2022 en España a través de Blatt & Ríos) o bailar con Santo y notar que su decorado en vivo tiene algo de suicida.
Dos canciones de este cuarto disco solista de un artista que se expresa a través de un multiverso altamente personal. Dani Umpi te la sube en power pop electrónico aunque se persiga en la canción ¿En qué andará mi novio?. Así como asegura que escapar de las redes garantiza cierta seguridad, también Umpi se vuelve chamán desde el título del disco. Guazatumba es un árbol que tiene unas hojas que se usan como desinfectante e, incluso, como antiofídico para mordeduras de víboras venenosas de la zona norte de Uruguay. Un ser mortal, en efecto, que puede arruinarte la vida. Como dice otro de sus nuevos versos: «La expectativa coincide con la realidad».
