Prender un fuego

(Pelo Music, 2018)
«Estaba enojada –dice Marilina Bertoldi, en el comienzo del disco–: ahora estoy preparada». Surfeando el presente como si fuera una ola, la artista de Sunchales se transformó en un signo de los tiempos: el feminismo como transformación ética –eso lo sabíamos, pero también, eso aún no estaba tan claro, como revulsión estética. Con un sentido pleno y urgente del pop, Bertoldi y su productor Brian Taylor no solo se ocuparon de producir las once canciones, sino que –excepto las baterías– tocaron todo lo que suena. Un rock cargado de libido y swing que, si no fuera por toda esa rabia, bien podríamos llamar funk.

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